–La última mentira que dijiste.
–Miento
cotidianamente, así que no sé. Ninguna mentira destacable por ingenio o
magnitud, cosas de supervivencia/fluidez. En general miento para zafar y para
que no me hinchen los huevos. Como todo el mundo, supongo.
–¿Cómo llegás al
momento de sentarte a escribir? ¿Algún ritual u obsesión?
–Sentarme frente a
la computadora es la parte fácil. La obsesión es terminar. Encontrar algo, y
terminar con eso, librarte de eso, poder pensar un poco más libremente en las
cosas concretas de la vida, en las cosas que convienen o son necesarias o
satisfactorias.
–¿Golpes de
inspiración o trabajo constante?
–Guardia constante.
Prolongadísimos tiempos de aburrimiento y frustración, cada tanto falsos
relámpagos creativos, excepcionalmente una idea como la gente que le da un poco
de sentido a estar ahí esperando el milagro mientras todo el mundo está
viviendo, pelotudeando alegre o livianamente.
–¿Durante ese
proceso, imaginás un lector? ¿Es alguien definido?
El lector soy yo,
que como lector soy un hijo de puta.
–¿Qué otras
actividades te inspiran?
–Si tuviera
actividades que me inspiraran estaría con esas actividades. Escribir no es una
actividad que me inspira, tampoco; es una manera de estar enfermo.
–¿Sentís que tu
escritura evoluciona o se modifica con el tiempo?
–Evoluciona al
mismo paso que el deterioro cognitivo y la falta de entusiasmo.
–¿Tenés alguna idea
postergada por sentir que te faltan herramientas?
–Tener plata, vivir
sin tener que sostener un trabajo. No hacer una mierda. Tener un perro.
–¿Cómo es tu
experiencia con los editores y el proceso de publicación?
–Todo bien. No
publiqué casi nada, capaz es eso.
–¿Qué es un buen
editor?
–Uno que me acepta
libros a mí y se los rechaza a otros.
–¿Cómo se escribe
hoy? ¿Las redes sociales modificaron la manera en que se piensa?
–Desconozco.
Supongo que todo tiende a volvernos más pelotudos. Es una observación empírica,
no tengo una teoría al respecto.
–¿Con qué criterios
define la crítica cuáles autores son importantes?
–Desconozco, soy
buena persona.
–El último libro
que te haya sorprendido.
–Una enciclopedia Jane´s de aviación que me regalaron.
–Un contemporáneo
al que admires profundamente, en secreto.
–Es secreto :D naaa
mentira no sé si hay alguien admirable. Ojalá haya, le haría bien al país.
–Tu top five. Vale
todo.
–Que me regalen
plata
–Que quieran
chuparme la pija
–Que me inviten a
lugares a los que haya que viajar mucho en avión
–Lo otro es una
combinación/ampliación de estas tres.
–¿Cómo es tu
relación con el dinero?
–Se lo envidio a
las personas que lo heredaron.
–¿Y con el tiempo?
¿Cuánto se resigna para escribir, digamos, “profesionalmente”?
–No soy profesional
pero pierdo muchísimo tiempo de vida útil con esto.
–¿Imaginás cómo te
perciben tus pares? ¿Y el que te lee? ¿Es lo mismo?
–Desconozco. Si la
tienen un poco clara, me deben percibir como un pelotudo a cuerda.
–¿Qué te angustia?
–El pasado, el
presente, el futuro y todas las cosas que tienen adentro.
–El mejor consejo
que te dieron.
–Andate/////.
.
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