viernes, 15 de mayo de 2015

Mercedes Halfon





-La última mentira que dijiste.

-Sobre lo que no se puede hablar mejor callar, no? Quien había dicho eso? : )

-¿Cómo llegás al momento de sentarte a escribir? ¿Algún ritual u obsesión?

-Escribo cuando todos duermen en la casa. Generalmente con algo que haga humo al lado. Muchas veces retomo cosas que tengo anotadas en cuadernos o  papeles -sigo escribiendo bastante a mano.

-¿Golpes de inspiración o trabajo constante?

-Golpes de inspiración, terrible, soy constante para todo, menos para escribir. Ahí siempre hay un rayo que me domina.

-¿Durante ese proceso, imaginás un lector? ¿Es alguien definido?

-No, es raro eso. El lector soy yo y yo soy otra, siempre, la mirada sobre la producción es móvil y confusa y alienada y luminosa y psicoanalizada y sobreinformada y un poco infantil, ingenua y caprichosa.

-¿Qué otras actividades te inspiran?

-Caminar y mirar.

-Sentís que tu escritura evoluciona o se modifica con el tiempo?

-Sí, claro, con el tiempo, con el espacio, con el sueño, con las hormonas, con las estaciones,  con los hijos, con los viajes...

-¿Tenés alguna idea postergada por sentir que te faltan herramientas?

-Tengo muchas ideas postergadas, sí, pero no sé si por falta de herramientas. De todas las analogías posibles sobre el proceso creativo, pensarlo como un proceso mecánico o mecanizado, es de las que menos me resuenan. No sé, creo que jamás en mi vida usé una llave inglesa. La escritura para mi es algo bastante más impreciso.
 
-¿Cómo es tu experiencia con los editores y el proceso de publicación?

-Podría mencionar a Gustavo López, Sebastián Morfes y Cristhian Monti como ejemplos de editores atentos y colgados en su justa medida. También tuve muchos editores en mi trabajo como periodista y ahí no sería elogiosa en todos los casos. El mejor editor que tuve: Alejandro Caravario. Un escritor extraordinario y más o menos secreto, además.

-¿Qué es un buen editor?

-Para decirlo de un modo simple, alguien que sabe leer textos y contextos.

-¿Cómo se escribe hoy? ¿Las redes sociales modificaron la manera en que se piensa?

-De un modo que casi no podemos imaginarnos.

-¿Con qué criterios define la crítica cuáles autores son importantes?

-Yo estoy formada ahí, idealmente creo en la crítica como la esencia del trabajo artístico. Muchas veces también sucede que se deja dominar por el mercado y ahí todo se vuelve un poco predecible.

-El último libro que te haya sorprendido.

-El nervio óptico, de María Gainza.

-Un contemporáneo al que admires profundamente, en secreto.

-Alfredo Jaramillo : )

-Tu top five. Vale todo.

1)        Mi hijo y mi marido
2)       La poesía y el teatro
3)       El mate
4)       Jonas Mekas
5)       ajajaja

-¿Cómo es tu relación con el dinero?

-Desastrosa. Mi objetivo para 2015 es volverme más ordenada y previsora.

-¿Y con el tiempo? ¿Cuánto se resigna para escribir, digamos, “profesionalmente”?

-Es una pulseada que no tengo resuelta.

-¿Imaginás cómo te perciben tus pares? ¿Y el que te lee? ¿Es lo mismo?

-Paranoide Park.

-¿Qué te angustia?

-Potencialmente, cualquier cosa.

-El mejor consejo que te dieron.

-Un poema se corrige con otro; un libro, con otro/////.


_______________________________________________________________________


MERCEDES HALFON

Nació en Buenos Aires en 1980. Es licenciada en Artes, periodista y crítica de teatro. Actualmente es curadora del ciclo teatral Invocaciones, en el Centro Cultural San Martín. Escribe en el suplemento Radar de Página/12, Inrockuptibles, Brando y otros medios. Es coautora de la novela Te pido un taxi (Plaza Janés, 2009). Publicó Dormir con lo puesto (Zorra, 2008), Un paisaje que nunca vi (Color Pastel, 2010), el Epub Tres Islas (Determinado Rumor, 2011) y Hebilla de pasto, (Vox, 2012). Forma parte de la Antología de poesía argentina contemporánea Lo humanamente posible (El fin de la noche, 2008). En 2009 ganó el Premio Estímulo de Tea al periodismo gráfico. En 2015 saldrá Un fuego cualquiera, por Editorial Neutrinos de Santa Fe.

           

lunes, 4 de mayo de 2015

Gonzalo Unamuno





-La última mentira que dijiste.

-No sufro más por fútbol.

-¿Cómo llegás al momento de sentarte a escribir? ¿Algún ritual u obsesión?

-Ninguna en particular. Llego con ganas y con café. En general por la mañana.

-¿Golpes de inspiración o trabajo constante?

-Trabajo constante.         

-¿Durante ese proceso, imaginás un lector? ¿Es alguien definido?

-Lo imagino, sí, pero no es alguien definido. Es más bien una tribuna difusa.

-¿Qué otras actividades te inspiran?

-Leer. Destapar una cerveza. Jugar al truco por guita. Ver jugar a Federer y pelear a
Mayweather. Hacer el amor. A veces viajar.

-Sentís que tu escritura evoluciona o se modifica con el tiempo?

-Trabajo para que eso ocurra.

-¿Tenés alguna idea postergada por sentir que te faltan herramientas?

-Sí. Una novela muy larga, sarcástica, discursiva, plagada de personajes históricos. Me faltan herramientas para investigar, constancia, pero sobre todo, lo que me falta es terminar de creer en el proyecto.

-¿Cómo es tu experiencia con los editores y el proceso de publicación?

-Diría que buena. De mucha esperanza pero también de mucho esfuerzo y desgaste.

-¿Qué es un buen editor?

-Sospecho que un buen editor es alguien que concibe como ningún otro el libro que está editando. Que es plenamente consciente de sus capacidades y sus limitaciones. Y que, partiendo de eso, se pone la obra al hombro y exprime todo lo que tiene para dar.

-¿Cómo se escribe hoy? ¿Las redes sociales modificaron la manera en que se piensa?

-Me da la impresión de que hoy se escribe a un ritmo vertiginoso, pero que al menos acá, en Argentina y en líneas generales, se escribe bien. Me interesa mucho nuestra literatura. Respecto a las redes sociales no creo que hayan modificado la manera en que se piensa (eso rara vez cambia), pero sí en cómo se comunica lo que se piensa. Las redes sociales dan la posibilidad a los invisibilizados de ser parte de un colectivo que los acepta y los requiere.

-¿Con qué criterios define la crítica cuáles autores son importantes?

-Sinceramente no lo sé. Puede que pondere la relación entre calidad de la obra de un autor y sus posibilidades en el mercado. Pero no lo sé.

-El último libro que te haya sorprendido.

-El comienzo de la primavera, de Patricio Pron.

-Un contemporáneo al que admires profundamente, en secreto.

-Se lo dije, no es más secreto.

-Tu top five. Vale todo.

-Mis seres queridos y los libros. No hay mucho más.

-¿Cómo es tu relación con el dinero?

-Cara pero amena. Mientras no me falte para mis 3 o 4 intereses, no habrá problemas entre nosotros.

-¿Y con el tiempo? ¿Cuánto se resigna para escribir, digamos, “profesionalmente”?

-Cuando estoy empezando una obra, casi nada de tiempo. Tomo apuntes esporádicos, anoto ideas sueltas, oraciones, posibles acciones, características de los personajes, pero sí la dedicación desde lo mental empieza a ser completa en ese período. Una vez en marcha el proceso de escritura y fijado el horizonte, (cuando creo saber a dónde ir), escribo/corrijo al menos un par horas cada vez que me siento.

-¿Imaginás cómo te perciben tus pares? ¿Y el que te lee? ¿Es lo mismo?

-No imagino cómo me perciben, pero estoy seguro que no es lo mismo lo que percibe “el que te lee” que el par, aunque muchas veces sean el mismo. Con el par siempre existe otra tensión y es natural que así sea. El que te lee sin ser par está despojado de toda presión, lo que le otorga una imparcialidad que favorece la lectura y la interpretación del libro.

-¿Qué te angustia?

-La muerte. La enfermedad. Que pierda Independiente.

-El mejor consejo que te dieron.

-Difícil, (fueron varios) pero tiro uno: “No temas a nada. Todo lo que queremos está más allá del miedo/////.




_________________________________________________________

GONZALO UNAMUNO

Nació en la Ciudad de Buenos Aires, en 1985.
Su reciente novela Que todo se detenga, (Galerna, 2015) fue distinguida por la crítica en distintos medios nacionales.
Es autor de los libros de poesía  De otra luz (2007) y Distancia que nadie ocupará (2011), del libro de relatos  El vermú de la gente bien (2009), de la novela Acordes menores para Marion Cotillard (2011) y del ensayo Peronismo y literatura (2014, aún inédito).

En 2013 compiló junto con Enzo Maqueira la antología Buenos Aires respira poesía.